viernes, 1 de agosto de 2008

Conversación en la noche

La noticia de que Sirius Black había escapado de Azkaban era ya más que sabida por todo el Mundo y la seguridad Mágica de todos los lugares estaba más que reforzada desde finales del verano. Hasta los Dementores rondaban por los pueblos a placer. Es noche, la luna, en cuarto creciente, se alzaba en lo alto del cielo de Hogwarts cuando una figura encapuchada se acercó a la enorme puerta, flanqueada por dos enormes moles de piedra con dos esculturas que representaban dos cerdos alados. Iba corriendo y su respiración era más que acelerada. Por las formas que se adivinaban bajo la larga túnica, se trataba, sin duda, de una mujer.

Del otro lado, el profesor Lupin corría hacia la verja para abrirla antes de que nadie les viera: había concertado esa cita hacía mucho tiempo y no podía faltar ahora. Bajo el amparo de la noche, abrió la gran verja y salió en silencio, abrazando a la figura encapuchada que, enseguida, dejó a la vista su rostro. Sus largos cabellos castaños y rizados, como los de su hija, se recolocaron como una cascada por su espalda y sus dorados ojos, siempre con esa expresión dulce, tierna, ahora parecían a punto de estallar en lágrimas. Jessica Prewett estaba mucho más pálida de lo habitual y bastante más nerviosa que nunca.

-Jessica ¿Qué ocurre? ¿Por qué lloras?- susurró mientras caminaba fuera de Hogwarts, manteniendo a la mujer bien asida, la cual temblaba entre sus brazos.

-¿Es cierto lo que dice el Profeta? ¿Es cierto que Sirius ha...?- casi no podía ni hablar. La voz le temblaba por la emoción, al igual que todo su cuerpo.

-Sí, Jessica, Sirius ha escapado de Azkaban, pero los dementores le buscan por todos sitios. Todos creen que va en busca de Potter.

-¡Pero él es inocente, Remus!- exclamó asustada mientras se detenía, agarrándole para no caer desplomada al suelo, mirándole fijamente a los ojos… Hacía mucho que Lupin no veía aquella expresión… Trece largos años, el día en el que encarcelaron a Sirius -Lo sé... lo sé dentro de mi pecho. Y tú también lo sabes, Remus, sabes que él es inocente... ¡Era tu amigo!- Lupin la mantuvo bien sujeta, no podía permitir que cayera al suelo y mucho menos en ese estado.

-Jessica, pero Peter...

-¡Me da igual Peter! Remus, él es inocente y los dos lo sabemos- susurró mientras le miraba de manera lastimera a los ojos. Cuando ambas miradas se cruzaron, Remus pudo volver a ver latir, en ellos, aquel profundo y puro amor que ya le procesaba de adolescentes en Hogwarts, aquella admiración que creyó muerta pero que, en verdad, simplemente estaba dormida. Suspiró largamente y, llevándola a Las Tres Escobas, ambos se sentaron a tomarse una taza de té caliente.

-¿Se lo has dicho?- preguntó suavemente Lupin, con ese tono tan melancólico y delicado de siempre, ese tono que amansaría a la mayor fiera del mundo mágico con solamente oírla. Jessica negó suavemente, mirando al suelo, mientras mantenía asida entre sus manos la taza de té caliente que se había pedido -Algún día tendrá que enterarse, Jess... no puede vivir una mentira durante años.

-Y se lo diré, Remus... pero no ahora... No lo entendería. Tú la conoces tanto como nosotros y sabes que no reaccionaría como una persona racional. Se pondría hecha una fiera.

-Es una niña y es impulsiva. Pero eso es normal, Jess… lo que no me parece lógico es que se lo ocultes a sus 14 años. Lo digo como amigo tuyo y como padrino de la niña. Diviniti debería saber que Sirius es su padre- Jessica permaneció silenciosa, con la mirada clavada en el interior de la taza de té, como poniendo en orden sus ideas.

-Cuando...- comenzó a decir por fin, tras unos segundos de angustioso silencio -cuando sea mayor de edad, Remus... solo tres años y sabrá toda la verdad a cerca de su nacimiento- el licántropo asintió sutilmente. Sabía que Jess era muy cabezota y no podría hacerla cambiar de opinión tan pronto y mucho menos con un asunto en el que su hija estaba implicada.

-Está bien, Jessica… Está bien- asintió, alargando la mano y tomando la de la italiana con cuidado, apretándola. La tenía en estima, la quería demasiado como para poder hacer o decir algo que pudiera hacerla entristecer. Comprendía, perfectamente, que su situación no era sencilla: una hija ilegítima, un marido dentro de la Orden del Fénix,…

-Remus, me gustaría pedirte algo ya que estamos aquí- susurró la mujer, tras unos segundos, alzando la mirada hacia él, suplicante… Sus ojos permanecían aún aguados, brillantes y enrojecidos por las lágrimas.

-Tú me dirás- Jess soltó la mano del licántropo y, con cuidado, sacó del interior del bolso un libro. Su tamaño era considerable, de unas preciosas tapas forradas en terciopelo negro con el escudo de la familia Buonarrotti y las iniciales de Jessica bordados en hilo de oro.

-Si nos pasara algo a Albert y a mí y yo no pudiera contárselo… Por favor…- con cuidado, se lo tendió, mirándole a los ojos, mordiéndose ligeramente el labio inferior –dáselo tú cuando creas conveniente… quiero que sepa absolutamente toda la verdad.

Aquello pilló por sorpresa a Remus, pero aceptó encantado la tarea. Al fin y al cabo, él era el padrino de la muchacha por petición de Jessica y, como tal, su función era la de ayudar en su educación y todo lo posible.

Tras tomarse el té y conversar un poco más acerca del tema de Sirius, una vez Jessica se hubo calmado, ambos amigos salieron de la Taberna y se despidieron con un abrazo y un “hasta pronto” ya que solían verse con bastante regularidad. Sin embargo, esa noche Remus se sintió bastante turbado mientras veía alejarse a Jessica… Si en verdad Sirius era inocente y se demostraba ¿Qué ocurriría? ¿Intentaría volver con Jessica? ¿Asumiría la paternidad de la niña? ¿O quizá decidiría dejar las cosas tal y como estaban?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lupin Fan XD.
Ayer lo estuve viendo XD
Que me encanta ese tío... ¿será por las noches de luna llena? Tsk. Mi debilidad hacia los lobos empieza a hacerse evidente XD

Una escena muy emotiva, cariño, sigue así.

Divinity_Black dijo...

Jo, no sabes la ilusión que me hace que me comentes, niña *____* Me alegra saber que te va gustando el fic, en serio!! Así me animo a seguirlo ò.ó

Un besito!! :***